Así, la futura directiva IDD regula tres tipos de venta de seguros, que supondrán tres diferentes exigencias de formación y cualificación para los intermediarios que las realicen:
1.- Venta Informada. En la que el intermediario es un mero ejecutante de la voluntad del cliente que solicita un determinado producto y sólo debe saber temas personales y profesionales del cliente. Contará con los niveles más bajos de exigencias de formación y cualificación para los intermediarios.
2.- Venta asesorada, donde, además de informar del producto al cliente, se le asesora y recomienda sobre los productos que mejor se adaptan a sus necesidades, y donde el intermediario debe tener en cuenta aspectos patrimoniales y financieros del cliente, así como su tolerancia al riesgo. Contará con un segundo nivel de exigencias de cualificación y formación.
3.- Venta en ejecución, que replica las exigencias de la MiFID II en el sector financiero al sector asegurador. Es similar a cuando un cliente da una orden de compra de valores a un bróker. Este tipo de venta requiere todavía de un mayor detalle normativo, por su difícil encaje en el sector asegurador, por lo que EIOPA desarrollara una norma específica para este tipo de venta.