España ocupa la posición 29 en el Índice Mundial de Jubilación 2014 de Natixis Global Asset Management, que analiza 150 países por su capacidad para cumplir las necesidades de seguridad y expectativas financieras en materia de jubilación. Según el informe, España goza de una alta calidad de vida y un buen sistema sanitario y los jubilados españoles se benefician de una de las tasas más altas de esperanza de vida y alta competencia médica. Sin embargo, España ha perdido cuatro posiciones en el ranking de 2012, bajando de la posición 25 a la 29.
Según Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia y Latinoamérica, "se pone de manifiesto a nivel mundial que para garantizar la seguridad financiera en la jubilación, los individuos tendrán que asumir el control de sus propios destinos y empezar a planificar y ahorrar para su jubilación. Para ello deben ser conscientes tanto de sus objetivos de inversión, como de la estrategia que se va a llevar a cabo para alcanzarlos. Los asesores financieros desempeñan un papel clave en este sentido. Las gestoras de fondos podemos ayudarles ofreciéndoles estrategias que controlen el riesgo, minimicen la volatilidad e incluyan nuevos enfoques de inversión para generar una estabilidad que pueda hacer frente a las fluctuaciones del mercado que puedan surgir en el futuro."
Ocho países europeos ocupan las 10 primeras posiciones del ranking: Suiza, Noruega, Austria, Suecia, Dinamarca, Alemania, Finlandia y Luxemburgo. EE.UU. se sitúa en el puesto 19, por detrás de naciones como el Reino Unido, Corea y la República Checa. Nueva Zelanda, Islandia y Corea registraron los mayores ascensos al situarse entre los 20 primeros países. Por el contrario, Japón se cayó de las 20 primeras posiciones y Brasil perdió 21 puestos. Los países del África subsahariana ocupan las diez últimas posiciones del informe, con Zimbabue cerrando la clasificación.
Sophie Del Campo explica: "Los inversores deben centrarse en lo que pueden controlar al aumentar sus ahorros e inversiones, asegurarse de tener un plan financiero sólido con objetivos definidos, construir carteras más duraderas que les ayuden a seguir invirtiendo y un benchmarking personal para medir su progreso a lo largo del camino".