La CNMV ha lanzado una consulta entre los operadores del mercado de valores para conocer sus opiniones sobre la Circular que regulará el “semáforo de riesgos”, que advertirá al inversor minorista de los riesgos que le tienen los productos que le ofrecen las entidades. La consulta dura hasta el 30 de septiembre, cuando se convertirá en Circular. El semáforo ofrece una escala de colores de 5 niveles de riesgo dirigido a los inversores minoristas, con el fin de mejorar la información antes de su suscripción. Las entidades estarán obligadas a incluir estos criterios en toda la información precontractual y en la publicidad que hagan de sus productos financieros.
Ante todo, el nuevo modelo pretende ser muy visual y que el inversor sea capaz de comprender el nivel de riesgo que asumirá y la complejidad de los productos de un solo vistazo, con una escala de colores que va del verde al rojo, con 5 colores por nivel de riesgo y 5 iconos complementarios por nivel de liquidez y complejidad; que configuran productos de 'Clase A', 'Clase B', 'Clase C', 'Clase D' y 'Clase E'. Así, se tiene en cuenta el riesgo de no de recuperación del capital al vencimiento, la solvencia del emisor, plazo de vencimiento, características del producto, y divisa en que está denominado.
La escala progresiva de colores se basa en un gráfico piramidal donde los instrumentos de más riesgo están en la parte baja. Debajo del gráfico, deben incluirse además las posibles advertencias sobre liquidez o complejidad. Por ejemplo, las compañías que presten servicios de inversión sin asesoramiento deberán incluir esta advertencia: "Advertencia de la CNMV: Esta operación se refiere a un instrumento financiero especialmente complejo. La CNMV considera no adecuada su adquisición por inversores no profesionales". Otro requisito es que las entidades deben conseguir la firma explícita de este texto por el cliente, quien deberá escribir: "Producto no adecuado para inversores no profesionales".
Por último, la CNMV advierte también que regulará la comercialización de productos especialmente complejos no adecuados para inversores minoristas como instrumentos contingentes convertibles (Cocos) y otras categorías de activos como deuda estructurada, CFD, Swaps o derivados de OTC, etc.