Mercer Investments Wealth Management ha presentado sus 5 prioridades en 2014 para dar un asesoramiento financiero adecuado a los clientes. Son las siguientes:
1. Garantizar una nueva revisión de las carteras y objetivos de inversión de los clientes para evaluar cómo las inversiones han capeado la recesión y la recuperación del mercado. Los eventos extremos de los últimos años, desde el mercado bajista de 2008, la recesión y el fuerte mercado alcista de la renta variable de mercados desarrollados desde 2009 han sido una prueba de estrés tanto para las carteras de los inversores como de sus ahorros. Es necesario revisar cómo ha capeado el ciclo cada cliente y si actualmente tiene una buena o adecuada estrategia para cumplir con sus objetivos de inversión.
2. Revisar la exposición a mercados emergentes, tanto en deuda como de renta variable. A la luz de los malos resultados de los mercados emergentes en comparación con los mercados desarrollados, la exposición de los clientes a este activo ha de ser revisada. La divergencia esperada entre los diferentes mercados emergentes hará que la gestión activa en este tipo de mercados (tanto en activos de Renta Fija como Renta Variable) sea más importante que nunca.
3. Posicionar las carteras de renta fija para un entorno de tipos de bajo o moderado un crecimiento. El periodo 1982-2012 fue la época dorada para aquellos inversores que tenían una gran asignación de sus activos en renta fija ya que los tipos de interés se redujeron de un nivel cercano al 20% a un solo dígito. Esta bajada ha terminado. Revisar el riesgo implícito en la cartera de renta fija los clientes y posicionar sus carteras de renta fija para el crecimiento en un mundo plano o de aumento de tipos será determinante.
4. Evaluar la exposición a inversiones alternativas en las carteras. Las inversiones alternativas están empezando a ser “accesibles” y ya no están disponibles exclusivamente para los inversores de mayor patrimonio o inversores institucionales. Es importante revisar cómo las inversiones alternativas se pueden integrar en la estrategia de inversión de los clientes para reducir el riesgo de la cartera, mejorar los rendimientos o dicho de otra forma aumentar la probabilidad de alcanzar los objetivos de inversión.
5. Apoyar la Inversión Responsable (IR) en la estrategias y carteras de los clientes con inquietudes sobre cómo y dónde invierten sus gestores. Un número cada vez mayor de inversores buscan que los gestores que manejan sus inversiones tomen conciencia social y/o medioambiental. Esto requiere estrategias de inversión que integren consideraciones ambientales, sociales y de gobierno (ESG) en la gestión. Estar preparados para integrar estas estrategias en las carteras de inversión del cliente será imprescindible.
La entidad también expone las 5 prioridades en 2014 para buscar el éxito de la entidad:
1. Hacer inversiones sólidas en competitividad futura, incluyendo decisiones racionales sobre "construir frente a comprar". Los rápidos cambios en las condiciones de mercado, la tecnología, el entorno normativo y la presión de la competencia han cambiado el negocio tradicional de gestión de patrimonios. Para sobrevivir, prosperar, y atender mejor a las necesidades e intereses de los clientes, las entidades de banca privada deben revisar los recursos y las competencias que proporcionan una ventaja competitiva, y evaluar qué nuevos recursos adicionales se pueden desarrollar mejor internamente o en su caso ser adquiridos a un socio, consultor u otro proveedor. Es importante por tanto revisar los requisitos de nuevos recursos de inversión para un entorno competitivo cambiante y evaluar qué se puede hacer mejor o más eficientemente con los recursos externos.
2. Evaluar la evolución de los estándares de buen gobierno y asegurar que su empresa tiene un modelo de gobierno robusto que responde a los cambios de necesidades. Los modelos tradicionales de gobierno están diseñados para proteger los intereses de la empresa y sus clientes. El coste por fracasar en esta área puede ser elevado y, en casos extremos, puede hacer caer a una empresa. Sin embargo, muchas empresas se han visto limitadas por carecer de los recursos necesarios, por una toma de decisiones que no responde a un cambiante entorno de inversión o por modelos operativos calcificados. Es necesario revisar los protocolos y procedimientos de gobierno de la empresa y considerar si estos son eficaces en la satisfacción de las necesidades de la empresa y de sus clientes. La mayoría de las empresas descubren después de esta revisión que necesitan contratar o desarrollar recursos, datos que son necesarios para tener un proceso de gobierno sólido y fluido en el clima de inversión actual.
3. No escatimar en procesos de due diligence sobre riesgo operacional, particularmente con los gestores de inversión responsables de los activos de los clientes. Cuando se selecciona un gestor de inversiones que posteriormente no bate a su índice de referencia correspondiente, la pérdida de oportunidad del cliente se limita a la diferencia entre los resultados reales y los del benchmark. Cuando se selecciona un gestor que posteriormente sufre un fallo operacional importante, la pérdida para la empresa y sus clientes es mucho más grave. Sin embargo, pocas empresas de gestión de patrimonios invierten en la misma medida en el due diligence operacional que en el de inversiones. Es importante evaluar y dar la importancia necesaria al proceso de due diligence operacional, tomando las medidas que sean necesarias para proteger a la empresa y sus clientes de posibles fallos operacionales.
4. Conozca a los gestores de fondos, al igual que las participaciones que tienen en cartera. Las entidades de gestión de patrimonios esperan que los gestores de fondos conozcan sus participaciones extraordinariamente bien. Sin embargo, como gestores de gestores, muchas firmas de gestión de patrimonios invierten recursos relativamente limitados en el análisis y conocimiento de los gestores de fondos inversión de terceros. Esto puede llevar a posibles desajustes entre los gestores seleccionados y los clientes que son dueños de esa cartera que pueden derivar en resultados decepcionantes y en un posible aumento del riesgo de negocio. Es esencial desarrollar un proceso de análisis y supervisión sólido sobre los gestores de fondos de terceros, internamente o con un partner, lo que permitirá conocer a los gestores igual que se conoce a los clientes.
5. Los honorarios siempre importan. Hay que evaluar los modelos de negocio, los servicios y mejoras que le permitirán ofrecer servicios y productos excepcionales sin dejar de reducir el coste para sus clientes.
1. Garantizar una nueva revisión de las carteras y objetivos de inversión de los clientes para evaluar cómo las inversiones han capeado la recesión y la recuperación del mercado. Los eventos extremos de los últimos años, desde el mercado bajista de 2008, la recesión y el fuerte mercado alcista de la renta variable de mercados desarrollados desde 2009 han sido una prueba de estrés tanto para las carteras de los inversores como de sus ahorros. Es necesario revisar cómo ha capeado el ciclo cada cliente y si actualmente tiene una buena o adecuada estrategia para cumplir con sus objetivos de inversión.
2. Revisar la exposición a mercados emergentes, tanto en deuda como de renta variable. A la luz de los malos resultados de los mercados emergentes en comparación con los mercados desarrollados, la exposición de los clientes a este activo ha de ser revisada. La divergencia esperada entre los diferentes mercados emergentes hará que la gestión activa en este tipo de mercados (tanto en activos de Renta Fija como Renta Variable) sea más importante que nunca.
3. Posicionar las carteras de renta fija para un entorno de tipos de bajo o moderado un crecimiento. El periodo 1982-2012 fue la época dorada para aquellos inversores que tenían una gran asignación de sus activos en renta fija ya que los tipos de interés se redujeron de un nivel cercano al 20% a un solo dígito. Esta bajada ha terminado. Revisar el riesgo implícito en la cartera de renta fija los clientes y posicionar sus carteras de renta fija para el crecimiento en un mundo plano o de aumento de tipos será determinante.
4. Evaluar la exposición a inversiones alternativas en las carteras. Las inversiones alternativas están empezando a ser “accesibles” y ya no están disponibles exclusivamente para los inversores de mayor patrimonio o inversores institucionales. Es importante revisar cómo las inversiones alternativas se pueden integrar en la estrategia de inversión de los clientes para reducir el riesgo de la cartera, mejorar los rendimientos o dicho de otra forma aumentar la probabilidad de alcanzar los objetivos de inversión.
5. Apoyar la Inversión Responsable (IR) en la estrategias y carteras de los clientes con inquietudes sobre cómo y dónde invierten sus gestores. Un número cada vez mayor de inversores buscan que los gestores que manejan sus inversiones tomen conciencia social y/o medioambiental. Esto requiere estrategias de inversión que integren consideraciones ambientales, sociales y de gobierno (ESG) en la gestión. Estar preparados para integrar estas estrategias en las carteras de inversión del cliente será imprescindible.
La entidad también expone las 5 prioridades en 2014 para buscar el éxito de la entidad:
1. Hacer inversiones sólidas en competitividad futura, incluyendo decisiones racionales sobre "construir frente a comprar". Los rápidos cambios en las condiciones de mercado, la tecnología, el entorno normativo y la presión de la competencia han cambiado el negocio tradicional de gestión de patrimonios. Para sobrevivir, prosperar, y atender mejor a las necesidades e intereses de los clientes, las entidades de banca privada deben revisar los recursos y las competencias que proporcionan una ventaja competitiva, y evaluar qué nuevos recursos adicionales se pueden desarrollar mejor internamente o en su caso ser adquiridos a un socio, consultor u otro proveedor. Es importante por tanto revisar los requisitos de nuevos recursos de inversión para un entorno competitivo cambiante y evaluar qué se puede hacer mejor o más eficientemente con los recursos externos.
2. Evaluar la evolución de los estándares de buen gobierno y asegurar que su empresa tiene un modelo de gobierno robusto que responde a los cambios de necesidades. Los modelos tradicionales de gobierno están diseñados para proteger los intereses de la empresa y sus clientes. El coste por fracasar en esta área puede ser elevado y, en casos extremos, puede hacer caer a una empresa. Sin embargo, muchas empresas se han visto limitadas por carecer de los recursos necesarios, por una toma de decisiones que no responde a un cambiante entorno de inversión o por modelos operativos calcificados. Es necesario revisar los protocolos y procedimientos de gobierno de la empresa y considerar si estos son eficaces en la satisfacción de las necesidades de la empresa y de sus clientes. La mayoría de las empresas descubren después de esta revisión que necesitan contratar o desarrollar recursos, datos que son necesarios para tener un proceso de gobierno sólido y fluido en el clima de inversión actual.
3. No escatimar en procesos de due diligence sobre riesgo operacional, particularmente con los gestores de inversión responsables de los activos de los clientes. Cuando se selecciona un gestor de inversiones que posteriormente no bate a su índice de referencia correspondiente, la pérdida de oportunidad del cliente se limita a la diferencia entre los resultados reales y los del benchmark. Cuando se selecciona un gestor que posteriormente sufre un fallo operacional importante, la pérdida para la empresa y sus clientes es mucho más grave. Sin embargo, pocas empresas de gestión de patrimonios invierten en la misma medida en el due diligence operacional que en el de inversiones. Es importante evaluar y dar la importancia necesaria al proceso de due diligence operacional, tomando las medidas que sean necesarias para proteger a la empresa y sus clientes de posibles fallos operacionales.
4. Conozca a los gestores de fondos, al igual que las participaciones que tienen en cartera. Las entidades de gestión de patrimonios esperan que los gestores de fondos conozcan sus participaciones extraordinariamente bien. Sin embargo, como gestores de gestores, muchas firmas de gestión de patrimonios invierten recursos relativamente limitados en el análisis y conocimiento de los gestores de fondos inversión de terceros. Esto puede llevar a posibles desajustes entre los gestores seleccionados y los clientes que son dueños de esa cartera que pueden derivar en resultados decepcionantes y en un posible aumento del riesgo de negocio. Es esencial desarrollar un proceso de análisis y supervisión sólido sobre los gestores de fondos de terceros, internamente o con un partner, lo que permitirá conocer a los gestores igual que se conoce a los clientes.
5. Los honorarios siempre importan. Hay que evaluar los modelos de negocio, los servicios y mejoras que le permitirán ofrecer servicios y productos excepcionales sin dejar de reducir el coste para sus clientes.