
En un artículo en El Economista, la directora de EFPA España, Andrea Carreras-Candi, recuerda que "a partir de ahora, los clientes tendrán que atestiguar con su firma que han leído y aceptado las advertencias sobre aquellos productos complejos que vayan a contratar. Incluso la circular de la CNMV va un paso más allá, ya que obliga al cliente a firmar un documento acompañado con la expresión "este producto es complejo y se considera no conveniente para mí" siempre que la empresa de servicios de inversión considere que no es adecuado para el perfil de su cliente y éste insista en contratarlo. Se trata de una medida que permitirá mejorar las relaciones entre las entidades financieras que ofrecen asesoramiento financiero y sus clientes”.
También afirma que “España está aún a la cola de los países europeos en regulación del asesor financiero. En Reino Unido desde principios de este año 2013 se exige cualificación profesional a todo aquel que ofrece este tipo de servicios. Asegurar la transparencia y reducir los conflictos de interés es primordial. Pero también debemos seguir mejorando la oferta, cualificando a los profesionales, y la demanda, aumentando la cultura financiera, la otra gran asignatura pendiente que tenemos en este país”.