El último estudio trimestral de la EFPA concluye que, tras la crisis, el 43% de los clientes está más interesado que antes en la cualificación de su asesor financiero, mientras que un 63% siempre invierte dejándose aconsejar por un profesional del asesoramiento financiero. Sin embargo, el resto sigue confiando en sus propios conocimientos financieros, por recomendación de amigos o por información que reciben a través de campañas publicitarias.
Según el informe, antes de contratar un producto, más del 40% de clientes valora el binomio rentabilidad/riesgo, un 28% evalúa antes el tipo y características del producto y un 24% mira por encima de todo su rentabilidad. Además, más del 80% de los asesores financieros considera que los clientes están más preocupados por su cultura financiera en 2011 y un 60% opina que se deja aconsejar más por su asesor financiero. Sin embargo, tres de cada diez creen que los inversores escuchan a su asesor pero toman la decisión final por recomendación de terceros.
Respecto a la labor del asesor tras la crisis, más del 80% opina que cambiarán completamente o en parte las relaciones entre profesional y cliente. Entre los cambios más importantes, un 61% destaca que habrá más transparencia y mejor información adaptada al cliente y un 20% cree que el asesor financiero tendrá que ampliar su capacitación.