Mientras gran parte de las instituciones y asociaciones hacen un esfuerzo por fomentar la educación financiera de los españoles, ha sorprendido un artículo en El Confidencial del prestigioso filósofo José Antonio Marina, en el que rechaza la educación financiera y aboga por una educación económica.
Marina argumenta en el artículo: “Soy docente, y creo que los docentes deberíamos ser la conciencia crítica de la sociedad en temas educativos (…). Lo que necesitamos es que nuestros estudiantes tengan una formación económica básica y no una mera educación financiera. La economía financiera es una disciplina que trata del funcionamiento básico de los mercados financieros y de sus instituciones (por ejemplo, los bancos), de la asignación de recursos monetarios, de los riesgos, y de los instrumentos financieros y su uso. Es sólo una parte de la economía, y reducir la educación económica a ella implica un sesgo que me parece sectario y perjudicial, porque somos víctimas de una hipertrofia de la economía financiera. La economía financiera ha tomado un auge exagerado en relación con la economía real. La crisis que padecemos no ha sido económica, sino financiera”.
Continúa señalando que “me atrevo a decir que la economía está ideologizada y no alcanza por ello la dignidad científica. Que la OCDE advierta que los instrumentos financieros se van a hacer cada vez más complicados, y que pretenda que los consumidores se defiendan de esos sofisticados instrumentos que en ocasiones ni quienes los comercializan los entienden, me suena a impostura. Es como si dijera que la educación sanitaria de los ciudadanos debería decidir qué bisturí utiliza el cirujano que va a operarle (…) ¡Claro que debemos enseñar nociones básicas de economía a nuestros alumnos! Pero no para que sean dóciles consumidores, sino para que desarrollen su pensamiento crítico. Me parece necesario que los alumnos conozcan el funcionamiento de todo el sistema económico: factores productivos, leyes de la oferta y la demanda, creación de dinero, papel del Estado en la economía, agentes económicos. Y en especial, deben saber dos cosas: que la economía financiera no es toda la economía (…). Mi conclusión es clara. ¿Educación económica? Indispensable. ¿Educación financiera? Ideológicamente sectaria”.