La confianza del inversor español mantuvo un avance sólido en el segundo trimestre de este año, sumando ya año y medio seguido de crecimiento sostenido, según los datos de la encuesta trimestral de JP Morgan AM y GFK Emer. El índice de confianza llegó al 1,14 a final de junio, frente al 0,5 de final de marzo, lo que representa el mejor índice desde antes de la crisis, en concreto, desde final de 2007.
El informe detalla que las intenciones de los inversores españoles se decantarán de nuevo hasta final de año por depósitos y cuentas de ahorro, pero esta opinión cede terreno respecto al primer trimestre, debido a las menores rentabilidades derivadas del entorno de bajos tipos de interés que vivimos. El inversor español sigue siendo básicamente conservador, ya que el objetivo del 49% es “no perder dinero”, frente a un 15% que quiere “máxima rentabilidad” y un 35% que se decanta por “menos rentabilidad y cierta seguridad”.
Respecto a la evolución el próximo semestre de los mercados, los inversores que sostienen que la bolsa bajará cae al mínimo de la serie: 21,2%, lo que representa 4,8 puntos menos que el pasado trimestre; mientras que los que creen que la bolsa subirá llegan al 31,7%, el nivel más alto desde 2008. Los españoles son especialmente optimistas con las bolsas de Asia (21,8%) y Europa (21,6%) y dentro de ésta la bolsa de España subirá para el 21,3% de los inversores. Por contra, empeoran las opiniones sobre las bolsas de EEUU, emergentes y Japón.
El optimismo de los inversores también se traslada a la evolución de la economía española y del paro, aunque más de la mitad creen que todavía faltan 4 años para una salida completa de la crisis.
Por Comunidades Autónomas, en todas se palpa más optimismo, con los vascos y gallegos anunciando las mejores perspectivas de inversión, frente a andaluces y catalanes que son los más pesimistas.