Las estadísticas revelan una tendencia alcista de los inversores de todo el mundo y un sentimiento positivo respecto al euro. Sin embargo, los inversores europeos son menos optimistas sobre el futuro de su moneda que sus homólogos internacionales, según un estudio de Banc De Binary. Su CEO, Oren Laurent, explica que "2013 fue un punto de inflexión para la zona euro. Al inicio del año, el panorama era grave y se hablaba de abandonar la moneda común.
En la última parte de 2013, hemos visto razones para el optimismo. La divisa ganó cuando el superávit de cuenta corriente aumentó a 21,8 millones de euros en octubre, el nivel más alto desde 1997. España salió de una recesión de dos años después de haber sobrevivido a dolorosos recortes y en diciembre, Irlanda hizo historia cuando se convirtió en el primer país rescatado de la zona euro en salir oficialmente de su programa de rescate. La región, sin duda ya no sufre una aguda crisis, pero los mercados no han vuelto a los niveles previos a la recesión y la recuperación es lenta. La incertidumbre pública que rodea las futuras perspectivas de crecimiento se evidencia en la actitud cautelosa de los inversores europeos”.
En la última parte de 2013, hemos visto razones para el optimismo. La divisa ganó cuando el superávit de cuenta corriente aumentó a 21,8 millones de euros en octubre, el nivel más alto desde 1997. España salió de una recesión de dos años después de haber sobrevivido a dolorosos recortes y en diciembre, Irlanda hizo historia cuando se convirtió en el primer país rescatado de la zona euro en salir oficialmente de su programa de rescate. La región, sin duda ya no sufre una aguda crisis, pero los mercados no han vuelto a los niveles previos a la recesión y la recuperación es lenta. La incertidumbre pública que rodea las futuras perspectivas de crecimiento se evidencia en la actitud cautelosa de los inversores europeos”.