Las obligaciones de transparencia que implican para los asesores británicos la entrada en vigor de la Retail Distribution Review (RDR) está llevando a los asesores a tomar conciencia de la necesidad de ofrecer más valor añadido, según Ben Waterhouse, responsable de ventas a minoristas en Reino Unido de Fidelity. En su opinión, “ahora el asesor financiero sabe que debe gastar tiempo y dinero para justificar su labor y su apuesta de valor ha cambiado: Ya no vale con una selección de fondos sino que debe dar un asesoramiento continuado para que los clientes están dispuestos a pagar”. También recuerda una falta de confianza en su país hacia el sector financiero y la mayor disposición a recurrir a un asesor profesional y advierte de un riesgo colateral importante de la RDR: La exclusión de los patrimonios más modestos al asesoramiento profesional.
El asesor financiero
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La RDR lleva al asesor británico a resaltar el valor añadido que aporta
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