Según un informe del supervisor de cuentas de Nueva York, Thomas DiNapoli, adelantado por El País, la remuneración media en las firmas financieras que operan en Nueva York ascendió en 2011 a unos 363.000 dólares, siete veces más que el salario medio de la ciudad y casi un 17% más que en 2010. El total bruto se acerca así a los 60.000 millones, cantidad solo superada en 2007 y 2008, antes de que estallara la crisis. El supervisor destaca que este incremento tuvo lugar en el marco de la reestructuración laboral de Bank of America, Goldman Sachs y Morgan Stanley , que recortaron 1.200 empleos.
No obstante, el informe revela que por segundo año consecutivo se redujo la cantidad que conceden a en forma de primas, en un 13,5%. Es reflejo, en parte, de los cambios en la estructura de remuneraciones exigidos por el Gobierno federal. Pero especialmente por el pobre rendimiento de las entidades que se dedican a la banca de inversión por la debilidad económica y de las tensiones en los mercados por la crisis de la deuda soberana en Europa.
Como dice DiNapoli, la industria sigue en proceso de transición. El supervisor de cuentas del Estado de Nueva York explica en su informe que la "volatilidad" en los beneficios y los recortes de empleos muestran que el sector no volvió aún a la situación previa a la crisis. Los cálculos oficiales de EEUU indican que durante la crisis se han perdido 28.100 empleos en la banca y tan solo se recuperaron 7.900 puestos de trabajo.