Los inversores apuestan por la renta variable en un entorno de bajísimos tipos de interés. La encuesta de JP Morgan AM y GFK Emer detecta que la reducción de la rentabilidad de depósitos y cuentas remuneradas lleva a que los inversores que piensan colocar sus fondos en estos productos estén prácticamente estancados en un 63,6%, 11,1 menos que hace un año y medio. También explica que apenas el 1,3% prevean comprar renta fija. Por el contrario, un 10,8% piensa suscribir planes de pensiones.
También aumentan las preferencias sobre fondos de inversión hasta el nivel más alto desde final del 2010. Concretamente, el 4,1% de los que han participado en la muestra prevé invertir en ellos en el futuro inmediato. Los cambios también son graduales pero lentos en lo que se refiere a los objetivos de los encuestados a la hora de invertir: El 47% lo hace para “no perder dinero”, dos puntos menos que en la pasada oleada; el 37,1% persigue “menos rentabilidad y cierta seguridad”, y el 15,9%, máxima rentabilidad, también 2,2 puntos más que en el primer trimestre. Entre los que buscan menos riesgo predominan los hombres, con una media de edad ligeramente superior a los otros grupos, que eligen sobre todo depósitos o cuentas de ahorro, y son los más pesimistas sobre la evolución previsible de los mercados.
En cuanto a la confianza del inversor español, la tendencia mejora, ya que en el segundo trimestre llega a 1,27 puntos, frente a 1,05 puntos del trimestre anterior. Con esta subida, completa dos años y medio de tendencia ascendente. La mejora de expectativas se refleja en que el 32% de encuestados cree muy probable o probable que los mercados bursátiles suban los próximos 6 meses, 3,1 puntos más que un trimestre antes. Por contra, un 19,6% estiman que bajará, cifra similar al trimestre anterior.
Más de la mitad de los inversores prevé que los mercados europeos y español sean los que suban más en los próximos 6 meses. En cuanto a la recuperación económica, es percibida por el 26% de los encuestados, 3,4 puntos más que el trimestre anterior. No obstante, un 22% todavía cree que el PIB bajará el próximo semestre, aunque es el nivel mínimo de pesimistas desde que se realiza la encuesta.