El informe de EAF sobre las EAFI aborda “un tema que se viene debatiendo desde hace ya años, y que ha sido muy cuestionado, es el de las retrocesiones a favor de terceros”. Los autores del informe comienzan con una observación: “Ningún extremo es bueno”, añadiendo que “la existencia, de forma razonable y transparente de estas retrocesiones, permite reducir el coste que el asesor aplicaría al cliente. Y esta forma de operar, que actualmente es la que vienen aplicando todas las entidades a través de las plataformas, permite al pequeño inversor acceder a todo tipo de productos de inversión con numerosas gestoras”.
Albert Ricart sostiene que “una EAFI que dé servicio solo a clientes minoristas y de perfil medio moderado puede ser viable con una facturación entre 15 y 18 millones de euros, cobrando una tarifa anual del 0,9% sobre patrimonio (más comisiones de rentabilidad), que se reduce al 0,5% ante la devolución al cliente de las retrocesiones recibidas”.
En las conclusiones finales del estudio se afirma que “el cobro de tasas por cliente puede motivar que las EAFI prescindan de dar asesoramiento al cliente minorista de menor patrimonio (y, por ende, de menor ingreso) dado que el coste medio por cliente en el caso de menos de 25 clientes (el promedio se sitúa en 31 clientes por EAFI) supone una merma muy importante del ingreso medio que se puede obtener. Esto podría llevar a la contradicción de que el cliente que necesita más el asesoramiento se vea expulsado del mismo por razones económicas de viabilidad empresarial. Según la CNMV, los clientes de menos de 600.000 euros de patrimonio suponen el 68,5% de clientes asesorados por EAFI”.
Albert Ricart sostiene que “una EAFI que dé servicio solo a clientes minoristas y de perfil medio moderado puede ser viable con una facturación entre 15 y 18 millones de euros, cobrando una tarifa anual del 0,9% sobre patrimonio (más comisiones de rentabilidad), que se reduce al 0,5% ante la devolución al cliente de las retrocesiones recibidas”.
En las conclusiones finales del estudio se afirma que “el cobro de tasas por cliente puede motivar que las EAFI prescindan de dar asesoramiento al cliente minorista de menor patrimonio (y, por ende, de menor ingreso) dado que el coste medio por cliente en el caso de menos de 25 clientes (el promedio se sitúa en 31 clientes por EAFI) supone una merma muy importante del ingreso medio que se puede obtener. Esto podría llevar a la contradicción de que el cliente que necesita más el asesoramiento se vea expulsado del mismo por razones económicas de viabilidad empresarial. Según la CNMV, los clientes de menos de 600.000 euros de patrimonio suponen el 68,5% de clientes asesorados por EAFI”.