Victor Alvargonzález, fundador de PROFIM, empresa dedicada a ofrecer un servicio de asesoramiento financiero totalmente independiente a inversores particulares e institucionales, explica en una interesante tribuna en Economía Digital que “los asesores financieros independientes -insisto: independientes- basamos nuestro trabajo en una filosofía muy simple: un asesor financiero debe trabajar para su cliente, no para un banco o una caja. El asesor que trabaja en un banco o caja no es un asesor. Es un vendedor. Vende los productos que fabrica esa entidad financiera. Al ser arte y parte pierde objetividad y entra en un claro conflicto de intereses: lo que le interesa vender al banco o caja no suele coincidir con lo que le interesa comprar al cliente”.
Como ejemplo, indica que “en los últimos años, acuciados por falta de liquidez, bancos y cajas se han lanzado a promocionar depósitos a plazo. El 90% de los ahorradores piensa que invertir en depósitos aprovechando la sed de pasivo de bancos y cajas ha sido una buena inversión. Las entidades financieras se han ocupado de que la gente piense que es así. De nuevo, se ha demostrado cierta la famosa frase de que si repites miles de veces una mentira acaba siendo verdad. Pero en realidad sigue siendo mentira. La inversión más rentable para el inversor prudente no han sido los depósitos. Han sido los fondos de inversión de renta fija más conservadores, es decir, los que invierten en deuda pública de los países más solventes –