Threadneedle Investments ha elaborado una serie de cualidades que deberían ser comunes a cualquier buen gestor activo. Se trata de estas siete.
1. Seguir un proceso de inversioÌn contrastado y repetible que englobe procesos de valor anÌadido e ideas de inversioÌn del gestor.
2. Aplicar las tres "C", convicción, contracorriente y concentración: posiciones de cartera de firmes convicciones; pensamiento a contracorriente e independiente, y elevada concentracioÌn de la cartera.
3. Invertir para ganar, proceso manifestado a traveÌs de elevados niveles de exposicioÌn activa y tracking de error.
4. Dedicarse a un uÌnico estilo de inversioÌn de eficacia demostrada o a un enfoque de seleccioÌn de activos con eÌxito.
5. Plantear la inversioÌn basada en la paciencia, con capacidad de previsioÌn de precios de los activos a largo plazo; rigurosa disciplina de ventas; enfoque bien meditado sobre la rotacioÌn de la cartera, por los efectos adversos en la rentabilidad de los altos costes de las movilizaciones.
6. Incluir aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, que tienen cada vez más importancia en las valoraciones de empresas.
7. Tener en cuenta en las decisiones de inversioÌn las opiniones macroeconoÌmicas y microeconoÌmicas desarrolladas internamente, y estar abierto al debate sobre sus posiciones de cartera, manteniendo sesgos conductistas, sobre todo, el pensamiento uniforme, confianza sin fundamento y aversioÌn a adoptar posiciones que puedan generar peÌrdidas.
1. Seguir un proceso de inversioÌn contrastado y repetible que englobe procesos de valor anÌadido e ideas de inversioÌn del gestor.
2. Aplicar las tres "C", convicción, contracorriente y concentración: posiciones de cartera de firmes convicciones; pensamiento a contracorriente e independiente, y elevada concentracioÌn de la cartera.
3. Invertir para ganar, proceso manifestado a traveÌs de elevados niveles de exposicioÌn activa y tracking de error.
4. Dedicarse a un uÌnico estilo de inversioÌn de eficacia demostrada o a un enfoque de seleccioÌn de activos con eÌxito.
5. Plantear la inversioÌn basada en la paciencia, con capacidad de previsioÌn de precios de los activos a largo plazo; rigurosa disciplina de ventas; enfoque bien meditado sobre la rotacioÌn de la cartera, por los efectos adversos en la rentabilidad de los altos costes de las movilizaciones.
6. Incluir aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, que tienen cada vez más importancia en las valoraciones de empresas.
7. Tener en cuenta en las decisiones de inversioÌn las opiniones macroeconoÌmicas y microeconoÌmicas desarrolladas internamente, y estar abierto al debate sobre sus posiciones de cartera, manteniendo sesgos conductistas, sobre todo, el pensamiento uniforme, confianza sin fundamento y aversioÌn a adoptar posiciones que puedan generar peÌrdidas.