Una nueva edición del Schroders Global Investment Trends incluye una visión del inversor español, gracias a más de 1.000 encuestas a inversores que planean invertir al menos 10.000 euros en el próximo año. La entidad concluye que el inversor de España es básicamente cortoplacista, ya que el 44% dice que su objetivo es mantener el estilo de vida actual en caso de perder su empleo o que le reduzcan el sueldo; convirtiéndose España en el país donde más se aprecia este concepto, puesto que la media global se sitúa en el 28% y la europea, en el 31%.
Asimismo, el 52% de encuestados españoles afirma que su horizonte de inversión está en los próximos dos años; mientras que tan sólo un 2% sostiene que su horizonte temporal es una década. También están más desencantados que la media mundial y europea, ya que sus expectativas de éxito de las inversiones son muy bajas. Únicamente un 43% espera tener resultados positivos con sus inversiones a 2 y 10 años, frente al 61% de la media europea. Por el contrario, los españoles no se muestran excesivamente preocupados por protegerse de la inflación, tema que sólo citan el 17% de los inversores, frente al 22% de europeos y el 24% de inversores globales.