Santander prejubiló en 2013 a algo más de 1.200 empleados y salieron otros 290 de forma voluntaria como consecuencia de la fusión de las redes de Santander y Banesto, según adelantó Cinco Días. Para este año, prevé abrir otro plan de prejubilaciones para otros 1.000 trabajadores, pero no habrá plan de bajas incentivadas. En el caso de las bajas voluntarias del año pasado, el banco ofreció una indemnización de 50 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades, y los servicios de una empresa de recolocación durante 9 meses, ampliables a 3 meses más. Las prejubilaciones son para empleados mayores de 58 años (55 años si trabajaban en Madrid) y ofrecen el 80% del salario bruto utilizado para calcular la pensión a los trabajadores del sector administrativo, más un cuarto de la paga de agosto.
La fusión de Santander, Banes y Banif ha supuesto también el cierre de unas 700 sucursales de las redes de las dos primeras. Los planes de salidas supondrán para el Santander un ahorro de 520 millones de euros en tres años, en los que la cifra final de salidas podría rondar los 3.000 empleados.
La fusión de Santander, Banes y Banif ha supuesto también el cierre de unas 700 sucursales de las redes de las dos primeras. Los planes de salidas supondrán para el Santander un ahorro de 520 millones de euros en tres años, en los que la cifra final de salidas podría rondar los 3.000 empleados.
BBVA también ha recurrido a las prejubilaciones, sobre todo por la absorción de Unnim. En total, el pasado año salieron del banco en España unos 1.200 empleados, de los que 700 corresponden a prejubilaciones de trabajadores con más de 58 años. Casi todas estas salidas se han realizado en Cataluña, origen de Unnim. A ellos se suman otras 500 salidas no traumáticas de empleados. El banco compensó estas salidas con la contratación de unos 600 jóvenes.