Según publicó Economía Digital, Arantxa Sánchez Vicario ha revocado legalmente los poderes a su padre Emilio y su hermana Marisa que gestionaban su fortuna, por serias diferencias en la gestión patrimonial. El patrimonio de Arantxa siempre se gestionó directamente desde el núcleo familiar. Primero se ocupó su padre y después colaboró su hermana Marisa que trabajó en la oficina barcelonesa del banco de negocios Merril Lynch. Según lo publicado, la fortuna personal de Sánchez Vicario durante su etapa de deportista de élite es una incógnita, aunque algunas fuentes financieras la sitúan, a la vista de los premios reconocidos por la ATP y actualizada en el tiempo, en el entorno de los 30 millones de euros.
En diciembre pasado, el Tribunal Supremo se pronunció sobre un recurso presentado por la representación legal de la tenista a una sentencia de la Audiencia Nacional emitida en 2003 que condenaba a la deportista a pagar 3.487.216,50 euros, quedando acreditado que Arantxa tenía fijada su residencia en España durante el periodo 1989-2003 y no en Andorra, tal y como sostenían sus abogados ante la administración tributaria.