La incertidumbre se ha adueñado de los clientes de los asesores financieros, ante la sucesión de malas noticias internacionales. La prioridad a trasmitir por los asesores a sus clientes, es que, en este entorno, se incrementa el valor de una asesoría personal y transparente. No obstante, se trata de una tarea difícil, ya que el inversor español se ha instalado en el pesimismo. Según el índice de confianza del inversor español de JP Morgan Asset Management, ya van 6 trimestres consecutivos con la confianza en negativo, aunque se registra una pequeña mejora en el último trimestre. Así, el indicador se sitúa en -0,99 puntos entre abril y junio.
La crisis continúa como principal factor de desconfianza económica, hasta el punto que la cifra de inversores que consideran que la salida de la crisis no se producirá en al menos 2 años llega a máximos históricos, con casi un 89%. El informe concluye que la ligera mejora del índice respecto al trimestre anterior (-1,35 puntos) se explica por el pequeño incremento de inversores que creen que la Bolsa se mantendrá igual los próximos 6 meses, con una reducción de inversores respecto al trimestre anterior que consideran que los mercados caerán.
El pesimismo del inversor español tiene su consiguiente reflejo en los productos que elige. Así, se mantiene la tendencia de contratar productos con garantía de rentabilidad sostenida con los años: El 92% reconoce tener un depósito, cuenta o libreta de ahorro, que proporcionan un tipo de interés fijo. Además, aumentan ligeramente los inversores que declaran tener fondos de inversión, planes de pensiones e instrumentos de renta fija.
Para los inversores que creen que los mercados subirán los próximos 6 meses, sus preferencias se decantan por el mercado europeo, con un 23% de inversores optimistas, frente a un 20% que cree que serán los mercados asiáticos el más alcista y el 19% que creen que lo será España, cayendo 2 puntos en las preferencias frente al trimestre anterior.