Pese al enorme descrédito de la banca tradicional, la asesoría financiera independiente no acaba de despegar en España. Así, la oficina bancaria sigue siendo el asesor financiero preferido de los inversores españoles, método utilizado por un 87% del total en 2012, lo que supone un fuerte crecimiento respecto a 2011 en el que esta cifra era tan sólo del 54%, según un estudio demoscópico del IEB e Inversis dentro del Observatorio del Asesoramiento Financiero, presentado por Miguel Ángel Bernal, del Departamento de Investigación del IEB, y Carlos Moreno de Tejada, Director General de Inversis. También subió el número de ahorradores que acudieron en 2012 a asesores fiscales, economistas o abogados, pasando del 40% al 47,5%. Muy al contrario, los inversores que recurrieron a un asesor financiero independiente descendieron del 36% de 2011, al 24,8% de 2012. Lo mismo ocurrió con los que toman decisiones mediante internet, que cae 15 puntos.
Según el estudio, el 36% de encuestados con más de 20.000 euros disponibles para ser invertidos utiliza un único método de asesoramiento, el 25% utiliza dos métodos antes de tomar una decisión de inversión, otro 25% recurre a tres opiniones y sólo un 10% utiliza los cuatro métodos analizados. En esa mayoría que recurre a un único canal, el 72% recurre a su oficina bancaria para asesorarse. El resto recurre a asesores no financieros (10%), a internet (9%), y solo el 3,4% utiliza en exclusividad los servicios de asesores financieros independientes. El estudio encuentra una cierta vinculación entre los inversores con estudios universitarios suelen recurrir a asesores no financieros (fiscales, abogados, economistas etc…) a la hora de invertir; frente a los no universitarios que recurren a la entidad bancaria.
En relación al montante disponible, se detecta una ligera inclinación hacia el asesoramiento online de aquellos que contaban con entre 20.000-50.000 euros para invertir; una tendencia hacia los asesores financieros y no financieros se vislumbra entre quienes contaban con entre 150.000 y 300.000 euros; por último, también se detecta una mayoritaria inclinación hacia el asesoramiento financiero independiente en el caso de aquellos que disponen una cantidad superior a los 500.000 euros para invertir.
Baja la confianza
Sobre la confianza que los inversores tienen en sus asesores, la encuesta muestra una clara división entre quienes se declaran plenamente o bastante satisfechos 53%, frente al 41,7% que dice tener poca confianza en su asesor y algo más del 5% que manifiesta con tener ninguna confianza en su asesor. Estos datos demuestra un gran deterioro de los datos de 2011 ya que ha caído en casi 20 puntos los encuestados plenamente satisfechos. Por territorios, los vizcaínos son los que mantienen una mayor relación de confianza con sus asesores financieros, el 23,8% confía mucho, plenamente y el 42,9% confía bastante, en gran medida. En Valladolid se encuentran, por el contrario, el mayor número de desconfiados: el 42,9% no confía nada en absoluto.
En relación a conocimientos financieros, el 22% afirmó tener un conocimiento financiero bajo, frente a un 18% que declara tener un conocimiento por encima de la media. Un 5% declara no tener ningún tipo de conocimiento financiero.
¿Cuánto cuesta asesorarse?
El 62% de los participantes en el estudio declaran conocer siempre el coste del asesoramiento que reciben (frente al 40% de 2011), un 21% sólo lo conoce a veces y un 16% declara no tener conocimiento alguno sobre este coste. En estos casos, los inversores con asesor financiero independiente conocen los costes del servicio en el 90% de los casos, mientras el no conocimiento de los costes de asesoramiento están fuertemente vinculados al servicio de las entidades. Dados estos datos, el 45% de los inversores encuestados declara que no estaría dispuesto a cambiar de asesor; el 30% estaría dispuesto a cambiarlo si les resultara más económico; y el 24% estaría dispuesto a hacerlo si mejorase el rendimiento de sus inversiones. En cuanto a los que no contaban con los servicios de un asesor, el 58% estaría dispuesto a contar con sus servicios si resultase económico; frente a un 32% que no lo tiene previsto en ningún caso.
Según el estudio, el 36% de encuestados con más de 20.000 euros disponibles para ser invertidos utiliza un único método de asesoramiento, el 25% utiliza dos métodos antes de tomar una decisión de inversión, otro 25% recurre a tres opiniones y sólo un 10% utiliza los cuatro métodos analizados. En esa mayoría que recurre a un único canal, el 72% recurre a su oficina bancaria para asesorarse. El resto recurre a asesores no financieros (10%), a internet (9%), y solo el 3,4% utiliza en exclusividad los servicios de asesores financieros independientes. El estudio encuentra una cierta vinculación entre los inversores con estudios universitarios suelen recurrir a asesores no financieros (fiscales, abogados, economistas etc…) a la hora de invertir; frente a los no universitarios que recurren a la entidad bancaria.
En relación al montante disponible, se detecta una ligera inclinación hacia el asesoramiento online de aquellos que contaban con entre 20.000-50.000 euros para invertir; una tendencia hacia los asesores financieros y no financieros se vislumbra entre quienes contaban con entre 150.000 y 300.000 euros; por último, también se detecta una mayoritaria inclinación hacia el asesoramiento financiero independiente en el caso de aquellos que disponen una cantidad superior a los 500.000 euros para invertir.
Baja la confianza
Sobre la confianza que los inversores tienen en sus asesores, la encuesta muestra una clara división entre quienes se declaran plenamente o bastante satisfechos 53%, frente al 41,7% que dice tener poca confianza en su asesor y algo más del 5% que manifiesta con tener ninguna confianza en su asesor. Estos datos demuestra un gran deterioro de los datos de 2011 ya que ha caído en casi 20 puntos los encuestados plenamente satisfechos. Por territorios, los vizcaínos son los que mantienen una mayor relación de confianza con sus asesores financieros, el 23,8% confía mucho, plenamente y el 42,9% confía bastante, en gran medida. En Valladolid se encuentran, por el contrario, el mayor número de desconfiados: el 42,9% no confía nada en absoluto.
En relación a conocimientos financieros, el 22% afirmó tener un conocimiento financiero bajo, frente a un 18% que declara tener un conocimiento por encima de la media. Un 5% declara no tener ningún tipo de conocimiento financiero.
¿Cuánto cuesta asesorarse?
El 62% de los participantes en el estudio declaran conocer siempre el coste del asesoramiento que reciben (frente al 40% de 2011), un 21% sólo lo conoce a veces y un 16% declara no tener conocimiento alguno sobre este coste. En estos casos, los inversores con asesor financiero independiente conocen los costes del servicio en el 90% de los casos, mientras el no conocimiento de los costes de asesoramiento están fuertemente vinculados al servicio de las entidades. Dados estos datos, el 45% de los inversores encuestados declara que no estaría dispuesto a cambiar de asesor; el 30% estaría dispuesto a cambiarlo si les resultara más económico; y el 24% estaría dispuesto a hacerlo si mejorase el rendimiento de sus inversiones. En cuanto a los que no contaban con los servicios de un asesor, el 58% estaría dispuesto a contar con sus servicios si resultase económico; frente a un 32% que no lo tiene previsto en ningún caso.